Entrevista a Clara Alonso

Joven, talentosa y bella, Clara conquistó a todos desde su papel en “Violetta” y ya se predispone a enfrentar otros géneros dentro de la actuación. Recibida con honores de actriz de novelas infantiles, tal vez ya sea momento de incursionar en una platea más adulta. Cuestión de tiempo.
“El futuro ya llegó”, dirán los directores de televisión, cine y teatro que trabajen con esta nueva camada de jóvenes actores multidisciplinarios. Es que todo lo hacen bien. Cantan, bailan, actúan, hablan varios idiomas y a sus pocos veintitantos años, ya tienen éxitos, giras, fama y popularidad. Y María Clara Alonso, la “vieja” del equipo teen de “Violetta”, ya es un prócer a sus tan pocos veinticuatro años. En su vasta trayectoria, ya figuran los inolvidables, “High School Musical”, “Zapping Zone”, “Highway: Rodando la aventura” y “Peter Punk”, entre muchos otros. Sin embargo, lejos de creérsela, esta santafesina oriunda de Rosario, siempre está a la expectativa de un nuevo y certero paso. Con la mirada puesta en el qué y no en el cómo, porque claro, sus condiciones naturales y profesionales, exigen siempre un escalón más. Aquí, la joya de Disney, como pocas veces la verán en los medios argentinos.“Estoy convencida de que el empuje de mis padres fue la clave para ser lo que soñé siempre. Siempre me impulsaron a hacer lo que me gustara con la mayor pasión y dedicación posible. Y tal vez lo más meritorio sea que en mi familia no haya influencia artística por lo que fue confianza y creer en mí. Ninguno de ellos es artista, ni un tío o un abuelo. No miraba mucha televisión y tampoco iba al teatro. Me la pasaba jugando al aire libre”, admite. 

¿Y esa chispa cuándo encendió?Siempre fui muy inquieta y desde chiquita ya tenía muchas actividades artísticas pero porque yo insistía. Calculo que ahí se fue desarrollando mi faceta artística. Hacía mucha gimnasia deportiva, seguramente de ahí saqué mi histrionismo (se ríe).

¿En el mundo de los rótulos, cómo definiríamos a Clara?Me definiría como una actriz sensible, con muchas ganas de probar, de seguir creciendo y jugando, siempre con ganas de meterme en problemas. Soy curiosa y siempre quiero tener nuevos desafíos actorales. Soy observadora e inquieta (piensa)… Me gustaría ser un poco más arriesgada. 

Pero yo me refería a elegir entre tus facetas de actriz, cantante y voiceover? No, para qué encasillarme. Se puede ser de todo en esta profesión, mientras todo lo hagas convencida. A mí me gusta cambiar, cada día hacer algo distinto. Me gusta que las posibilidades de trabajo sean siempre diferentes. Puedo hacer desde una película, canciones o doblar un dibujo animado y lo mejor de todo es que hoy en día podría trabajar en distintas partes del mundo y eso me causa mucha curiosidad. 

¿Algo que te intranquilice del mundo artístico?Los momentos de parar son complicados. Por un lado me gustan para bajar varios cambios, pero producen una expectativa, inseguridad y una adrenalina bastante grande. Cuando te acostumbrás a trabajar sin parar, tener unos meses de no saber qué viene, es duro. Si los sabés llevar, puede convertirse en productivo, pero a la vez genera angustia de no saber cómo seguir. Tampoco me gusta, y es muy común en muchas profesiones, cuando se creen que son tus dueños por firmar un contrato y por eso uno debe hacer cualquier cosa por ellos y satisfacerlos infinitamente. Pero en comparación, son muchísimas más los aspectos positivos.

Muchos actores cuando hablan de lo malo de sus trabajos, describen a la prensa. Veo que nos querés…Fueron muy amables y respetuosos conmigo desde que empecé y yo lo fui siempre con ustedes. Reconozco que los críticos son muy influyentes en el público y eso los vuelve poderosos, pero no hay que olvidarse que la crítica es sesenta por ciento subjetiva y tiene que ver con los gustos personales del crítico, sus costumbres y muchas otras variables que influyen en su opinión personal.  

Coincido en todo menos en el porcentaje… Para mí es un poco mayor, tal vez un ochenta o noventa por ciento…Bueno, peor entonces (risas). Tampoco entiendo cuando las entrevistas están muy modificadas de lo que en realidad fueron y ponen en la boca de actores cosas que jamás dijimos. Pero son cosas con las que debemos familiarizarnos. Porque entiendo que si las críticas son buenas pueden ayudarnos muchísimo.  

¿Lo sufriste en carne propia?Sí, pero lo tomé con gracia. Fue una vez donde pusieron en una nota que yo prefería gastarme la plata en maquillajes, en vez de ahorrar para comprarme una casa. Me reí mucho con mi familia porque ellos me conocen y saben que no es así, pero la gente que no te conoce cree absolutamente todo lo que otros dicen de uno. 

Después veo qué puedo inventar para no salir de la norma (risas)… ¿Igual no creo que a tus fans nos altere tus preferencias económicas? Los fans son increíbles, incondicionales y absolutamente pasionales. Por suerte muchas veces están al margen de esas cosas. Hace poquito conocí a una chica con una enfermedad de la vista que quería conocerme antes de perderla. Fue muy fuerte (se pone seria). Pero historias como esas hay muchas que no vienen al caso. Pero con esas cosas te das cuenta, que más allá de cumplir un sueño, ayudás o le hacés bien a otra gente. Porque muchos se refugian en nuestros programas para distraerse de sus realidades y buscar compañía. Y eso es todo.   

Tenés un lindo vínculo con ellos por lo que me contás y por lo que veo en las redes sociales…Sí, me encanta estar conectada con los fans y agradezco el poder de las redes sociales de acercarme a personas de tantas partes del mundo. Tengo mi web oficial, fanpage de Facebook y cuenta de Twitter y canal de YouTube, para estar más cerca de mis seguidores y devolverles un poco de lo mucho que hacen por mí y me demuestran.

¿Cómo eran tus días cuando filmabas Violetta? Y cómo son ahora… Mis días durante las grabaciones de Violetta se repartían entre el rodaje, estar en  mi casa muy poquito tiempo y aprovechar los fines de semana para hacer planes divertidos como ir al cine, al teatro, pasear por Palermo, comer con amigas, etcétera. Son muchas horas de trabajo durante los meses de rodaje y casi no queda tiempo para tomar clases o ver a los amigos. El terminar de grabar significa reorganizar la vida y tener tiempo para hacer todas esas cosas que en momentos de trabajo intenso no se pueden hacer. Ahora voy a canto, hago teatro, yoga, veo a mis amigas, aprovecho para viajar, leer, estudiar italiano e inglés. Como verás, descansar nunca (se ríe).

¿Sueños?
Muero por hacer cine, por hacer personajes más conflictivos, más desafiantes. Me gustaría mucho también hacer musicales. Estoy en un momento donde estoy viendo muchos musicales y me llena de ganas de subirme a un escenario, para contar historias así.
 
Esto que me contás es cuestión de tiempo… Proyectemos un poco más a futuro.
Me encantaría hacer una película con Tom Ford donde la estética esté absolutamente cuidada. Podría ser de los años 30, que se grabe en Europa y me gustaría que mis colegas sean mis actores favoritos: Colin Firth y Marion Cotillard.

Buena dupla.
Que fuese un drama. Aunque confieso que si fuese un musical moriría por hacerlo. Amé la nueva versión de “Los Miserables”, aunque podría ser la historia de “Spring Awakening” (Despertar de Primavera) también.  

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